Friday, September 14, 2012

Why blogs? La importancia de la palabra compartida


Por qué decidí escribir mi propio blog? Si casi nunca leo blogs, no estoy muy enterada del mundo del internet, no me gusta escribir diarios, y no tenga un objetivo en especial del porque empecé a escribir. La respuesta es => La necesidad de expresar lo que siento y pienso no solo en forma escrita y verbal sino en forma activa. 

A veces no es suficiente solo escribir para expresarse, hay una necesidad innata de expresión un poco oculta, que es la de compartir y ser escuchado/a. Esta es la primera vez que escribo en un dominio público (cosa que realmente me tomó mucha reflexión, ya que no suelo ser una persona muy abierta) y tampoco porque me creo ahora una "escritora" profesional ni nada por el estilo. Es más, puede que mis destrezas literarias, lingüísticas y de narración dejen mucho que desear y mis opiniones/perspectivas no valgan mas que las de cualquier otra persona. Aun así quiero recalcar que la expresión es por ahora, no solo un vehículo de expresión artistica que parece que le cogí el gusto (antes era dibujar y pintar), si no una necesidad impulsiva para mantenerme cuerda en el mundo académico intensivo que llevo ahora y también para documentar importantes hitos y transformaciones espirituales, mentales, y emocionales que naturalmente están ocurriendo en esta época de mi vida y de mis late 20's. 

No espero en verdad que mucha gente o alguien lo lea! pero si quiero dar ciertas advertencias si alguien decide hacerlo:
- Habrá momentos incomodos de uso del espanglish (no lo puedo evitar pero mi cerebro esta constantemente pensando en los dos idiomas y sinceramente hay expresiones que no se deben traducir nunca)
- También habrá uso de jerga ecuatoriana y quechua (tampoco lo puedo evitar)
- Es mas que probable que me desvíe en tangentes y no llegue al punto hasta después de muchos párrafos, pero prometo hacer el intento de llegar al grano (algún día).
- Trataré de mantenerlo divertido, pero al escribir (y en otros aspectos de mi vida) suelo ser seria y muy melodramática
- Temas tratarán mas que nada de mi vida, sobre todo en relación al mundo de estudios internacionales, y mis opiniones que no espero que gente las adopte (bueno, tal vez no todas jeje)
- Escribiré en español, inglés y trataré de escribir en francés (para practicar y darles un motivo mas a mis amigos franco-parlantes para reírse de mí)

Por ahora les dejo un video que explica esta necesidad de llevar la escritura, literatura, poesía y de mas a un nivel mas allá de la pagina, a un nivel participativo e interactivo que se llama "spoken word": (porfis veanlo es super!)

Monday, September 10, 2012

Mi identidad


Después de un día muy ocupado de clases, ideas, letras, y argumentos, me lavo la cara de tareas, de cotidianidad y de cansancio. De repente, al verme al espejo me viene un recuerdo un poco inquietante, un cuestionamiento sobre mi identidad.

Este verano pasado, un extraño a mi vida y a mi continente, decide emitir un juicio. Me dice con una seguridad prepotente: “Tu no eres Ecuatoriana, tu eres española”. Me costo mantenerme en mi sitio y no saltar de iras y rabia, por osar (con autoridad ninguna) decirme quien soy o no soy. Claro que al recordar esa frase después de haber recordado tantas veces que me había pasado lo mismo con otras personas, la misma adrenalina y rabia viajo por mi sangre y cuerpo, hasta llegar a mi mente y empezar el retumbe de mis pensamientos indignados. Pensando incesantemente en que debí haber dicho para establecer un poco de justicia en esa declaración y ubicar a esa persona en su sitio, a la vez me voy cuestionando a mi misma.

Que es realmente ser ecuatoriana? Que significa ser ecuatoriana?

Acaso recibo ese titulo solo por el hecho de nacer en ese lugar? Acaso se determina por mi pasaporte o mi ciudadanía? Dictan acaso, mis apellidos, mis genes? O acaso es el color de mi piel, de mi pelo, de mis ojos que lo delatan? Siendo estos los factores bajo cuales ese extraño decidió basar su juicio, la respuesta es un rotundo e inteligente: NO. Viniendo de Ecuador, esta mirada tan simplista es intolerablemente ridícula. Cuando hablamos de identidad, estamos hablando de un concepto tan personal, profundo, complejo y vasto que basarlo en estupideces como el color de la piel o sobre apellidos es simplemente insustancial y limitante.

Criarse en América Latina, en una de las regiones mas mezcladas y diversas del mundo no solo en raza, sino en idiomas, historia, y culturas dificulta formar una sola identidad o el reconocimiento de una conexión de la misma. No se diga en Ecuador, un país pletórico de matices no solo en sus paisajes geográficos sino en sus paisajes sociales, donde seria casi imposible recrear una identidad basada en los factores antes mencionados. Cuanto de español tengo en mi? Cuanto de indígena? Cuanto de árabe? Quien sabe cuantos romances secretos, hijos ilegítimos, cambios de apellido, exilios a otros países, extranjeros entrantes con identidades falsas existen en mi árbol genealógico, en mi pasado, y en mi sangre? Puede que muchos, puede que ninguno. El punto es que todas estos elementos tienen muy poca influencia en quien es Cristina López y que es lo que me hace ser Ecuatoriana o no.

El punto de esta reflexión ni si quiera es responder esa pregunta, eso me tomara una vida entera entender y solo viviéndola. Lo único que si se, es que paso a paso voy reflexionando y sorprendiéndome con la bendición que es no saber exactamente que soy, o quien soy e ir pintando esa diversidad que llevo dentro por todos lados que voy.

Recordar mi infancia y adolescencia con tanta nostalgia en el país que me dio casi todo: mi lengua, mi familia, mis amigos, mis valores, mi cultura, mi cosmovisión, y mis experiencias tan únicas para mi, como son las experiencias de cada individuo para ellos en el país donde nacieron y se criaron, es un privilegio.

Luego vivir en la capital de América Latina, Miami, dentro de un país como es Estados Unidos, completamente diferente e igualmente diverso a su manera, conviviendo con gente de toda la región, abriendo mi mente, aprendiendo nuevos idiomas, nuevas culturas, y adquiriendo nuevos amigos (quiero terminar con un trillado: no tiene precio, pero para variar un poco terminemos con el siguiente) ha sido una aventura.

Mi identidad, es solo mía de determinar, apropiar, sentir, entender, y poseer. Absolutamente nadie tiene derecho a decidir eso. Así que me despido muy agradecida a ese extraño por recordármelo.